"Investiga los cuerpos de agua, explorando con materias primas significativas del paisaje. Considerando su vinculación con la agroecología, la memoria oral y los procesos biológicos".
"Debajo del suelo hay un mundo, encima una posibilidad.
A veces en un paso, hay un cielo. Otras veces descubro,
en un reflejo, un canto.
Los dibujos que prefiero, se parecen a las nubes porque
se mueven y transforman.
Están hechos de agua" .
Este proyecto indaga la relación entre los suelos y el agua en el Bosque de Chapultepec, a través de diversas herramientas e intervenciones artísticas, en las que el dibujo colaborativo posee un lugar fundamental, también integra el Manual arbóreo para la biorremediación, una serie de fotografías, un video, mapas, caminatas, talleres y microfotografías. Todo como parte de Cerro de agua, un Laboratorio de investigación-creación auspiciado por el Museo de Arte Moderno, bajo la coordinación y curaduría de Ignacio Plá. Desarrollado en el Bosque de Chapultepec en la Ciudad de México.
Constó de varias etapas de trabajo. Primero se realizaron caminatas y mapeos, principalmente en el Jardín Botánico de Chapultepec, para identificar los microorganismos benéficos presentes en la hojarasca. Luego, se impartieron talleres para comprender los procesos de fermentación de dichos microorganismos y otros materiales orgánicos y fabricar un fertilizante altamente valioso para la biorremediación del ambiente. Finalmente, esta mezcla se empleó para dibujar sobre distintos cuerpos de agua.
El dibujo se concibió como un intercambio energético entre los participantes y el entorno. El trazado con pigmentos orgánicos (muicle, grana cochinilla y betabel) y microorganismos benéficos tuvo un doble objetivo: por un lado, visibilizar la problemática medioambiental presente en los cuerpos de agua y, por el otro, contribuir con una biorremediación paulatina, gracias a un efecto probiótico que transforma los microorganismos neutrales y dañinos en benéficos, y establece un ambiente fermentativo, antioxidante y saludable que impide la proliferación de sustancias nocivas y malos olores en el agua.
En este sentido, el juego colaborativo del dibujo promueve nuevas formas de relacionarnos con el entorno e invita a prestar atención al potencial de la microvida existente en el suelo y sus posibles usos en la co-generación de ritos acuáticos.
Cauces de lava es el inicio de una serie de intervenciones en las cercanías de la cuenca del río Magdalena, acontecen bajo la intención de visibilizar los volcanes de agua que ocasionaron el resurgir de la cuenca, determinando su bio y geodiversidad. Por eso se explora el color rojo como remembranza de las erupciones volcánicas, en este caso con flores del Mirlo colorado. El origen y la transformación son conceptos que determinan la selección de los soportes y los materiales a utilizar, encontrados en los distintos caminos que acompañan el fluir del río.
Caminando, decidí explorar las particularidades de los materiales, su condición, origen y usos. Seleccione y cambie de sitio varias rocas. El triángulo, puede connotar una montaña, pero también direccionalidad y ubicación. El tono rojo arcilloso de las piedras me recuerda el pasado y origen geológico de las montañas de la Sierra surponiente de la Ciudad de México, ya que fue un volcán actualmente extinto el que le dio la riqueza y biodiversidad a los bosques que recubren el nacimiento del río Magdalena.
Acción de caminar de un punto a otro: 35 km, 8 horas, 18 conversaciones, 15 mapas.
Esta caminata tuvo la intención de caminar gran parte del trayecto del río en un solo día, y durante el
trayecto ir intercambiando mapas con las personas que me topaba. Acompañando la caminata, propuse para el
montaje posterior en talleres, una serie de piedras que funcionan como contenedores de los mapas. Con la
intención de que las personas puedan tomar uno y dejar uno nuevo, así el archivo se va alimentando, en cada
taller o caminata que se planeé en esta sintonía. Actualmente se han intercambiado cerca de 80 mapas, un
proyecto que continúa.
Mediante la elaboración de patrones con tuzas de maíz pujagua, un tipo de maíz criollo característico por su color morado, se alude a los procesos de siembra indígenas. Su manipulación en forma de espiral remite al tránsito y migración de la semilla través del tiempo, en Costa Rica esta variedad del maíz casi no se encuentra, por lo que decidí realizar este montaje para el Salón Nacional de Artes Visuales en el Museo de Arte Costarricense.
Esta instalación realizada en Los Sitios de Moravia en las orillas del río Virilla
propone una intervención material como metáfora de la construcción de “puertas”
hechas por habitantes que circundan las cuevas. Las puertas son un portal entre
exterior e interior, entre espacio y lugar. El acto de inmersión en estas cavernas al
lado del río, alberga una investigación de las formas populares de habitar este
espacio, así como una condición lumínica y experiencial especifica de estos
entornos.
El proyecto inicia con la recolección de algunas persianas, botadas en los trillos
que dirigen hacia el río, para manipularlas de forma modular con el fin de generar
una metáfora material sobre el acto de inmersión en un espacio/tiempo.
Los trayectos y visitas a los ríos urbanos son el motor que impulsa la práctica
artística de Alessandro Valerio. Alessandro recorre los cauces de los ríos,
espacios olvidados por el desarrollo y víctimas de la contaminación. Con una
mirada atenta, en busca de detalles, formas, patrones y estructuras, su práctica de
deriva lo lleva a recolectar materiales que luego recontextualiza, por medio de
ensamblajes e instalaciones en los espacios expositivos. Bajaba el agua es la
recopilación de múltiples recolecciones de objetos, imágenes e historias a lo largo
del río Torres en San José.
Por medio de una exploración material en el río y una subsecuente entrevista a
Marina Solano, (antigua empleada de la Hacienda Tournón), Alessandro descubre
una correspondencia con la Ladrillera Torres (est. 1904), la cual estuvo ubicada en
Hacienda Tournón parte de lo que conocemos hoy en día como barrio Tournón.
Esta ladrillera se encargó, junto con el beneficio de café, de construir un canal y
represas de ladrillos al lado del cauce del río Torres.Estas estructuras tenían como
fin redirigir el agua hacia la planta hidroeléctrica que se encargó de abastecer a la
ciudad de San José en 1884. Texto por el equipo de Galería Reunión, San José
Costa Rica.
Consiste en recolectar estos ladrillos a lo largo del río Torres
partiendo de una reflexión temporal. Los ladrillos han sido
integrados con el pasar de los años por el cauce y el fluir del río,
transformándolos en “piedras”.
La Ladrillera Torres inicio en 1904, estuvo ubicada en Barrio
Tournón y se encargó junto con el Beneficio de café de construir
el canal y represas de ladrillos al lado del cauce del río. Con el fin
de redirigir el agua hacia la hidroeléctrica que le dio electricidad
por vez primera a partir de 1884 a la naciente ciudad de San José.
Este trabajo nace a partir de señalética y asentamientos realizados por un habitante que transita el cauce del río periódicamente, al percatarme de ello decidí entrevistarlo desde el anonimato. El dialogo ha sido desde entonces a partir de ensamblajes que con los días permiten registrar una conversación entre dos habitantes del río que aún no se conocen.
Las cigarras en su proceso de vida/muerte se ubican en troncos o piedras, al morir dejan su exoesqueleto ahí, estos los usé para hacer los moldes que rellené con cera de abeja. Coloqué al lado los objetos de cera y las cigarras con el fin de indagar los límites entre lo real dado y lo real modificado, así pude generar una paradoja perceptual entre los objetos naturales con el audio y los producidos por medios culturales.
Intervención con rocas hechas de papel (grabados) y rocas (objetos encontrados) las cuales dialogan en forma lineal, incitando al espectador a que compruebe su materialidad mientras camina en la galería y se dirige hacia el río Tibás.
Con el fin de delimitar este espacio a través de un patrón visual. Grabé en forma de un bajo relieve tres círculos en las tres piedras más grandes del sitio, estos petrograbados generan una atmosfera espacial, tríádica que marcan el espacio de manera tal que cada vez que son visitados transmiten una “energía pragmática”. Así la imagen y la experiencia se unen, en un nuevo rito, que se activa cada vez que este espacio es visitado por las personas.
Intervención sobre una misma roca durante varios años con el fin de registrar la huella del tiempo, factores climáticos y el ciclo del sitio en relación con los pigmentos, objetos, insectos y personas que transitan el Río Tibás.
Calle Charquillos consistio en pintar los charcos de una calle con este nombre al lado del Río Tibás en San Isidro de Heredia. Decidi intervenir algunos charcos desde su parte alta rural hasta el centro del pueblo, al frente de la Iglesia. Los pigmentos usados son orgánicos y su registro en video se dispuso sobre el suelo y una alfombra de lastre.
Registro fotográfico de intervenciones efímeras realizadas a partir de objetos encontrados durante las caminatas en los atajos del río. Los troncos, piedras o árboles fueron aprovechados como soportes simbólicos de la transformación material.
Para esta muestra individual en la Alianza Francesa trabajé con el concepto de Yuxtaposición, por lo cual realicé ensamblajes entre materialidades de procedencia orgánica e industrial. A partir de conceptos visuales como la línea y el plano modular.
Un ejercicio de memoria que registra la vitalidad del diálogo y la conversación como herramientas para conocer las formas en que nos relacionamos entre nosotros y con los ríos urbanos que nos rodean. Durante tres meses me di a la tarea de dibujar cada día un recuerdo de una conversación que aconteció en los márgenes del Río Magdalena, ubicado en el sector sur de la Ciudad de México.
Ver ensayo »Revista de Filosofía N° 61.
Universidad Nacional de Costa Rica
Revista semestral, Julio, Diciembre.
Julio, 2024.
Ensayo: HACIA UNA ECOESTÉTICA ENTRE EL
SUELO Y EL AGUA, pg78-98.
Alessandro Valerio Zamora.